VINOS

Bodegas Monje

 

 

Tenerife cuenta en la actualidad con cinco denominaciones de origen, se convierte así en la isla del territorio español con mas denominaciones de origen. En una de ellas; Tacoronte-Acentejo se encuentra Bodegas Monje. Mas concretamente en El Sauzal, una localidad que formaba parte del antiguo menceyato guanche de Tacoronte, cuyos menceyes (reyes) antes de la conquista española fueron Romén y Acaymo.

Aquí en El Sauzal, como en otras zonas del archipiélago canario, la introducción de la vid y del vino fue obra de los nuevos pobladores venidos principalmente del antiguo imperio español ( Portugal, Alemania, Italia y Flandes). Así ya en el año 1507 Francisco Jiménez le arrienda a Afonso Bello y Gonzalo Paéz toda la tierra que puedan cultivar, yuntas y 30 fanegas de trigo macho. Al mismo tiempo los vecinos de la zona firman un pacto ante el escribano Ruiz de Berlanga, por el que se comprometen a la plantación de veinte mil sarmientos, 10.000 el año 1507 e igual cantidad al siguiente en terrenos del litoral.

También se asentaron numerosos portugueses como: Alonso Rodríguez, Pedro de Oporto y otros ya que aparecen en documentos mercantiles, algunos de ellos dedicados a la explotación del negocio del vino. Y desde entonces la vitivinicultura ha sido una de las actividades económicas mas importantes de esta comarca, convirtiéndose también en un elemento identitario de sus pobladores. Y sin duda alguna buen ejemplo de todo ello lo constituye Bodegas Monje.


Bodegas Monje es una de esas bodegas singulares que merecen la pena conocerla por dentro. Fundada en 1956 por Miguel Monge, padre de Felipe Monje, su actual propietario, estuvo ubicada originariamente en Santa Úrsula, un pueblo cercano a El Sauzal, su actual emplazamiento, a unos 600 metros sobre el nivel del mar, en el lugar denominado La Hollera.

La Bodega ocupa 17 hectáreas de una preciosa finca de suelo pedregoso pero muy rico, fruto de la acción volcánica y sus cepas crecen en la ladera de una loma orientada al Océano Atlántico, de forma que sus uveros reciben directamente la brisa marina y los rayos del sol de manera casi permanente creando un microclima perfecto para la maduración de las cepas. Vendimiar esas 17 Htª de laderas inclinadas de difícil mecanización, supone 27 días de mano de obra humana, dada la diferencia de temperatura –hasta 2 grados centígrados- que se produce entre las distintas altitudes de la siembra.

Con 1.500 cepas por hectárea y una edad media de 50 años, sus cuidadas viñas vegetan a ras del suelo durante ocho meses. Antes del envero, son levantadas con horquetas (estacas de madera) hasta el final de la vendimia. Las varietales que produce Bodegas Monje son: listán negra, listan blanco, tintilla, vijariego negra, negramoll y marmajuelo. Todas ellas aportan características originales legadas por sus antepasados en una zona, recordamos, prefiloxéricas.

Visitar Bodegas Monje, es una experiencia vital inolvidable puesto que además de elaborar magníficos caldos, su estructura responde a ese concepto cultural en el sentido más amplio de la palabra. Junto a grandes depósitos de acero inoxidable donde fermentas sus caldos, conviven otras manifestaciones artísticas en plena armonía con el vino. Más de 60 toneles de roble americano y francés, algunos con más de 200 años, se alternan con espacios escénicos donde la poesía, la literatura, el teatro o la música forman parte de la vida de la bodega.

Bodegas Monje fue una de las bodegas fundadoras del CRDO de Tacoronte-Acentejeo, creado en 1986 y su aportación enológica a dicha Denominación de Origen es muy importante. Ellos fueron los primeros bodegueros de las Islas Canarias en hacer “vino de autor” a través de sus vinos de crianza que se elaboran desde 1993.

Las cuatro plantas de la bodega horadadas en la montaña y adaptadas y diseñadas por la arquitecta Isabel Monge, hermana de Felipe, constituyen el marco ideal para hacer de sus instalaciones un lugar ideal para disfrutar del vino. Su sala de catas, coqueta y perfectamente integrada en el conjunto arquitectónico, su sala de barricas, aunando solera y embrujo, el original espacio creado para la conservación del vino propiedad de sus clientes y amigos que se agrupan en torno a un recién creado, club del vino, obedece a ese concepto moderno de ensamblar ocio y cultura transformando lo que en principio era una bodega al uso, en un lugar donde se rinde culto a la enología, y la gastronomía.

Para este último fin, la bodega cuenta con un precioso restaurante integrado de manera natural con su entorno y que cuenta con un excelente horno de leña donde preparan primorosamente la especialidad de la casa: Cochino negro canario asado. Y por supuesto para está oferta culinaria se ofrece un acompañamiento extraordinario: Todos los vinos que elabora la bodega.

En el restaurante, con capacidad para 80 comensales, se celebran además otros eventos relacionados con la cultura gastronómica y enológica: talleres y cursos gastronómicos, celebraciones, maridajes y demostraciones en vivo sobre la cultura culinaria canaria, así como cursos de cata y orientación sobre el mundo de los vinos. Toda una panoplia de actividades que hacen mas grata la estancia en este templo báquico que es Bodegas Monje.

Todas sus marcas comerciales, entre las que su propietario destaca el vino tinto Monje Tradicional, que se exporta en un porcentaje importante a los Estados Unidos, son de Producción Limitada y numeradas, amparadas por la Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo, organismo encargado de controlar la producción y el embotellado de sus vinos.

La contra etiqueta del CRDO, garantiza el origen y la calidad y sus vinos. Y por supuesto la sabiduría el tesón y el buen hacer del equipo humano, que aplicando las nuevas técnicas enológicas no olvidan los métodos tradicionales, aprendidos de generación en generación, para ofrecer unos caldos que han obtenido un destacado reconocimiento tanto en el ámbito nacional como internacional.

En resumen, la visita de una delegación de Apoloybaco a Bodegas Monje, confirmó algo que ya presumíamos: Estábamos ante una de las bodegas con más solera de las Islas Canarias y como ocurre en estos casos, sólo desde la pasión por la crianza del vino y su cercanía cultural con otras manifestaciones artísticas, se puede entender este estupendo proyecto enológico que responde al mítico nombre de “Bodegas Monge”, y que Felipe Monje, su propietario, representa la 5ª generación de una familia pionera en la elaboración de vinos de calidad.

Dirección: Camino Cruz de Leandro, 36 – 38359 El Sauzal. Tenerife-Islas Canarias. Teléfono/Fax. 922 585 027. monje@bodegasmonje.com. www.bodegasmonge.com


Bodegas Monje elabora vinos blancos, rosados tintos y vinos dulces, ofreciendo todos ellos un sello de identidad propia, fruto de sus cuidadas vides, de su esmerado trabajo en bodega y sobre todo de su pasión por el vino.

< Dragoblanco; Blanco joven, 100% Listán Blanco. Con él podemos disfrutar de su pálido color y aroma afrutado; es delicado al tomarlo, su equilibrio nos atrae y al final vuelven las frutas, las flores; un recuerdo con clase. Se comercializa a partir del décimo mes de su elaboración. Con una producción de algo mas de 3.000 botellas anauales.

> Evento; Amarillo paja pálido, limpio y brillante. En nariz aparece la madera ligeramente marcada con fondo de fruta fresca, recuerdos de heno. En boca con taninos limpios y acidez equilibrada tiene presencia y su paso por boca es largo. La botella será la encargada de ir ensamblando la fruta y la barrica. Con una producción limitada de cerca de 2.000 botellas anuales.


< Monje Tradicional; Es el Tinto Joven Tradicional, a partir de la mezcla de uvas Listán Negro, Listán Blanco y Negramoll. En su elaboración respetamos algunas viejas prácticas como la maceración en tanquilla abierta y fermentación en antiguos toneles de roble.

De color rubí con tonos violetas, aromas de trufa, zarzamora, minerales y otros indefinibles, característicos de su origen varietal. En la boca, es intenso, se comporta con carácter y nervio, finalizando con cierto amargor que lo hace elegante y original. Se comercializa a partir del quinto mes de su cosecha. Como vino joven debe consumirse antes de los dos o tres años. Producción 80.000 botellas de 75 cl y 10.000 botellas de 37,5 cl

> Hollera Monje; Tinto de Maceración Carbónica nacido de las uvas Listán Negro. Nos ofrece un potente color rojo con tonos violetas; en nariz es intenso, limpio, con mezcla de aromas de frutas rojas, cenizas, anises… Todo en orden. En boca es pleno de sabores, con alegres taninos y sabroso retrogusto.

El embotellado se realiza en el mes de noviembre, dos meses después de su elaboración. Producción limitada a unas 15.000 botellas de 75 cl y un centenar de botellas magnum.


< Listán Negro; Atractivo Rojo Rubí de capa media, abierto de color. Intensa nariz de marcadas notas del varietal Listán Negro entremezcladas con la presencia de la barrica. En la boca hay carácter, taninos por pulir, sabroso con un final ligeramente amargo que le hace elegante. El tiempo en botella le hará domar esas puntas algo salvajes. Producción anual de mas de 5.000 botellas.

> Tintilla; Es un tinto de fermentación en barrica, sometido a una crianza de ocho meses en roble francés Allier y Vosques. Se está llevando a cabo desde el año 2000 y está elaborado con un 90 % de Tintilla Castellana y un 10 % de Listán Negro.

Capa media-alta cubierto pero visible, nariz de TINTILLA para aprendérsela, evoluciona magníficamente ante el aire. Boca amplia,pero nada pesada, sabrosos taninos para quien guste, final como siempre… buen recuerdo, invitando a volver a tomar. Producción limitada de 2.500 botellas anuales.


Monje de Autor; Son unos vinos con unas características especiales, que la bodega viene sacando al mercado desde la cosecha de 1993, aunque no todas las cosechas, desde entonces, tienen vinos con esta singladura de Autor.

Cada etiqueta es diferente y esta dedicada a algún personaje importante y conocido como el escultor Martín Chirino, o como el polifacético canario César Manrique, o el también canario tenor Alfredo Kraus.

Dependiendo de una serie de parámetros unos años han sido vinos de autor crianza y otros años reserva. En cualquier caso se distinguen por su extraordinaria calidad y por su enorme potencialidad

Elaborado con las uvas Listán Negro, Negramoll y Listán Blanco. Este reserva de 2000, de color rojo emoción, tiene una intensa nariz llena de delicados matices varietales. En boca está vivo, elegante y sugerente con final potente y alargador.


< Monje Moscatel; Bonito amarillo paja. Potente y elegante nariz de moscatel con tonos cítricos, nada de típicas pasas, muy fresco. Cuando lo metemos en boca el varietal nos inunda, de acidez moderada y con un dulzor nada empalagoso. En definitiva es un moscatel de corte moderno. Con una producción limitada de 1.350 botellas de 37,5 cl.

 

> Vino Padre; Denso en la caída, rojo granate, aparecen aromas a higos pasados, ciruelas pasas entremezcladas con naranja pasificada. En boca es armónico: tiene acidez adecuada, finos taninos que hacen de buena compañía de ese dulzor nada pesado, sabroso recuerdo al final.

Es ideal para servir en los postres. Con una producción anual de 1.000 botellas de 37,5 cl.


 

 

Bibiana; Rosado, es nuestro vino ambiguo, elaborado con uvas Listán Negro. Tiene un color grosella intenso, en nariz es afrutado y juvenil. En boca aparecen delicadas sensaciones taninas con fruta fresca que vuelve a recordarlas en el retrogusto.

BODEGAS MONJE
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