VINOS

Bodegas Hidalgo – La Gitana

 

 

BODEGAS HIDALGO – LA GITANA 

 

Entre el Atlántico y la desembocadura del río Guadalquivir se encuentra Sanlúcar de Barrameda. Que como todos los lugares excepcionales, fascinantes y mágicos, sus orígenes suelen estar rodeado de un halo misterioso. Estrabón (geógrafo griego) nos describía así esta zona: «Luego, inmediatamente, está la desembocadura del Betis, dividida en dos; la isla configurada por las bocas define un litoral de cien, o según algunos, de más estadios… Partiendo de allí encontramos la corriente del Betis, la ciudad de Ébura y el santuario de la diosa Fósforo, a la que llaman Luz Incierta». No podía ser en otro lugar tenía que ser aquí, en Sanlúcar, donde naciera un vino tan fascinante como el, La Manzanilla, y aquí se encuentra también una de sus bodegas con más solera Bodegas Hidalgo.


Don José Pantaleón Hidalgo fundó en 1792 la Bodega Hidalgo, cuando le compró a su suegro Don Roque Vejarano una pequeña bodega de almacenado. Aunque sería durante el siglo XIX cuando la compañía crecería hasta convertirse en una de las más importantes de la región y la principal productora de Manzanilla.
El artífice de este impulso fue Eduardo Hidalgo Vejarano, un hombre marcadamente liberal, que llegó a rechazar el título de Marqués de Pagollano ofrecido por el rey Alfonso XII. Un hombre adelantado a su tiempo, para el que la calidad de sus productos era lo esencial de su empresa. Calidad desde la cepa hasta la copa que siguen manteniendo sus actuales herederos como la mejor tarjeta de visita de Bodegas Hidalgo.


La calidad y exquisitez de sus vinos es fruto de la conjunción de varios factores; por un lado las uvas de la variedad Palomino procedente de sus propios pagos, Balbaina y Miraflores, cerca de 200 hectáreas de la mejor tierra de cal albariza, considerados como los mejores del distrito de Jerez superior.
Y por otro lado, la sabia intervención del hombre, avalada por la secular tradición vinatera que atesora Bodegas Hidalgo utilizando los métodos tradicionales, criando sus vinos en viejas botas de roble americano, dispuestas en equilibradas andanas de criaderas y soleras y trasegándolos a la vieja usanza.

 


Ciertamente Bodegas Hidalgo tiene una dilatada historia, cargada de éxitos y aciertos vitivinícolas, pegada a las tradiciones y costumbres de un pueblo que ha hecho del vino, de su vino; La Manzanilla, un símbolo distintivo de su cultura. Pero también se ha ido adaptando a los avances y progresos de la enología, y en las cantidades precias ha ido introduciendo dichos avances en sus instalaciones.
Por ello Bodegas Hidalgo-La Gitana, es una de las bodegas con más solera de la zona, pero a su vez es una bodega moderna, con vocación de futuro y muy sensible a su entorno social, de ahí que haya firmado un convenio con la Sociedad española de Ornitología para la conservación del Águila Imperial Ibérica, embotellando su exclusivo Jerez Palo Cortado Viejo y destinando los beneficios de la venta a está campaña de conservación.


Visitar esta histórica y encantadora bodega, no sólo es un acto hedonista, también es conocer sus duendecillos, verdaderos valedores de las exquisiteces que reposan en sus barriles. Apoloybaco tuvo el honor y el placer de conocerlos, e incita a todos a que lo hagan.


Bodegas Hidalgo produce una amplia gama de los denominados vinos de Jerez, vinos generosos, además de brandys y vinos de mesa. Pero su producto más importante, su buque insignia es La Manzanilla La Gitana. Incorporándose su nombre al nombre de la firma. La Manzanilla es un vino generoso que necesita de las especiales condiciones microclimáticas que poseen las bodegas situadas en Sanlúcar de Barrameda, y se obtienen mediante crianza biológica, bajo velo de flor. En esta flor esta el secreto, ya que el clima moderado por la brisa atlántica y las marismas, permite que dicha flor vegete todo el año a diferencia de otras zonas y regiones donde a mediados de verano y de invierno, esta flor muere. Por ello, es sólo en Sanlúcar donde se cría la auténtica Manzanilla, con sus características genuinas y diferenciadas del resto de los vinos. De color amarillo pajizo, aroma punzante, seco y ligero al paladar, oscilando su graduación alcohólica entre 15º y 19º. Una auténtica joya enológica circunscrita al término municipal que le ha dado la denominación de origen «Manzanilla» – Sanlúcar de Barrameda.


La gama de vinos «PASTRANA» es el fruto de una original idea fraguada por Javier Hidalgo y Cristiano Van Zeller de la región de Oporto. Elaborar vinos de una sola viña y eligiéndose para ello dos tipos, la Manzanilla Pasada; que ha sido envejecida durante más de 12 años y el Amontillado Viejo; una manzanilla convertida en amontillado por su prolongada crianza en botas de roble.  

 
 

Otra línea de producto son sus reservas especiales; «LOS VIEJOS». A lo largo de la historia de la Bodega ésta ha ido seleccionando algunas botas de vinos de una calidad especial y aunque su edad actual no se conoce, este vino se puede datar de principios del siglo XX. Son limitadas «sacas» de Amontillado Viejo, Oloroso Viejo y Palo Cortado Viejo.
 


Con la marca «NAPOLEÓN», Bodegas Hidalgo comercializa los denominados vinos de Jerez: Fino, Oloroso seco y abocado, amontillado y Pedro Ximénez. Está marca, data del tiempo de la ocupación de España por las tropas francesas a principios del siglo XX.
El Fino Superior, se cría en una bodega cerca de Jerez, para mejor expresar la esencia de este tipo de vino. El Amontillado Seco se origina de la manzanilla, obteniéndose tras varios años de maduración. El Oloroso Abocado, proviene de la mezcla del Pedro Ximénez y el Oloroso. Y el Pedro Ximénez se elabora con las pasas obtenidas por el reposo de las uvas al sol y después de muchos años madurando en barricas.


 

Bodegas Hidalgo también elabora y comercializa el brandy amparado por el Consejo Regulador de la Denominación específica de Brandy de Jerez. Con la marca Fabuloso sale al mercado un brandy solera, elaborado a partir de destilados de vino, envejecido en botas de madera de roble americano que han sido envinadas previamente con vino de Jerez.

Y con la marca Hidalgo 200 se ofrece un brandy solera gran reserva, fruto de la solera familiar conservada a lo largo de muchos años, puesto en el mercado con motivo del bicentenario de la bodega, elaborado con aguardientes obtenidos en alquitaras y envejecido en botas centenarias envinadas previamente con oloroso.

 


Algo que no puede faltar en una buena bodega andaluza, son los vinagres, condimento esencial en la dieta mediterránea. Por eso en Bodegas Hidalgo se elaboran unos excelentes vinagres obtenidos a partir de manzanillas de alta calidad y controlando la fermentación acética para proporcionarles sus aromas y sabores, que se acentuaran y mejoraran durante el largo periodo de envejecimiento al que son sometidos. Vinagres envejecidos en botas de roble americano y según el tiempo de envejecimiento, se distinguen los Vinagres de Solera, con más de dos años de vejez, como el Vinagre Las Llaves y Solera 1792. Y los vinagres Reserva, con más de doce años de vejez, como el Vinagre Reserva Las Llaves y el Reserva Itálica. Vinagres todos ellos amparados por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinagre de Jerez.

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